Todos los días son lunes

 

 

La serie de piezas que constituyen este proyecto nacen a partir del análisis de las fotografías que se encuentran recogidas en los bancos de imagen, de cómo representan la realidad, de cómo se estructuran y de los parámetros de búsqueda de las mismas. El proyecto presenta una reflexión sobre la producción de imágenes realizadas por las grandes agencias, de las situaciones arquetípicas que reflejan y de los distintos estereotipos que en ellas se plasman.

 

Compañías como corbis, agefotostock, getty imatges,…. llenan el mercado de representaciones que intentan reflejar nuestro entorno, para ello se sirven de lo socialmente asumido por todos, de lo que se transmite por cotidianidad reflejando así el sentir de la media. La división de los contenidos por áreas (family, business, travel, nature, adulthood,…) y los parámetros de búsqueda, las llamadas “palabras claves” o “criterios de imagen” como caucásico, éxito, ejecutivo, satisfacción… acotan el significado a la vez que otorgan una funcionalidad a la fotografía.

 

Mi trabajo consiste en volver a leer estas imágenes, tergiversarlas y darles un significado insospechado, absurdo y a veces rayando lo estúpido. Se pretende obviamente parar la atención del espectador sobre unas situaciones que él reconoce pero en las que hay algo que falla, que distorsiona el sentido original y confunde. Sí, el principal objetivo es el de crear confusión. Para ello me sirvo tanto de la tergiversación como de la sobreidentificación, son dos herramientas de descodificación muy útiles en el proyecto.

 

Centro las piezas en el entorno laboral (business) donde se dan situaciones fuera de lo común, como por ejemplo el asesinato de Cenicienta, un intento de fuga que acaba en el doble techo de la oficina, una reunión del equipo de dirección donde nadie se habla, etc.